lunes, 19 de septiembre de 2016

Nuevo curso

Hay dos momentos en el año en que uno hace revisión de lo conseguido y se marca objetivos. Uno es, cómo no, el final del año. O tal vez el principio. Igual da. El otro es el inicio del curso.

Los niños han iniciado el colegio con la típica actividad que no termino de entender: preparar carteles de clase y portadas de cuadernos. No lo entiendo porque sí, vale: que se impliquen en la decoración de clase está bien. Pero luego falta tiempo para ver materia y me da por preguntarme por qué puñetas no empezaron a estudiar antes y, así, aprovechan el tiempo. Son semanas en que no ven nada. Hacen sus mini exámenes para ver qué nivel traen, hacen dibujos, juegos... Y nada de materia. Modernidades. Supongo que lo harán por algo que yo no entiendo.

Así que tenemos propósitos: el mayor debe adquirir mejores hábitos, porque ahora estudia en parte porque estamos encima de él, y el menor tiene que sacar adelante ciertas cosas. Por nuestra parte, yo necesito organizarme para sacar al menos una hora diaria de curro que dedicar a mis proyectos, cosa que puedo hacer con facilidad.

Nuevo curso. Propósitos. Revisión... Lo de poner objetivos claros, colgados en la pared, sobre el monitor, es fantástico. Muy recomendable. Ayuda mucho, y voy camino de conseguirlos todos a poco que me esfuerce un poquito. El caso es que ando contento.

En el curro la cosa va de mal en peor en cuanto a ambiente. Después e ajustes de horarios y chorradas por el estilo y de amenazar con cambiarme las condiciones y expresar voluntad de hacerme viajar (cosa que no me gusta nada), han puesto cámaras y un sistema de control de horas de trabajo. Me alucina la capacidad que tiene la gente para fastidiar un buen ambiente de trabajo de manera innecesaria. En cualquier caso, a mí me ha venido bien, porque, aunque no creo que afecte a mi productividad o capacidad de trabajo, me permite ser más consciente no ya de mis tareas, sino también de los tiempos que le dedico. Aunque no creo que produzca ahora más que antes, sí reconozco que me motiva ver los avances. En fin, estupendo pues.

Llevo un septiembre motivado. Y eso es estupendo. He vuelto de vacaciones animado. Me han venido fenomenal. Encima estoy algo más motivado que de costumbre en el curro: no lo estoy tanto desde hace seis u ocho años, creo yo, y lo estoy en mis proyectos, uno de los cuales está ya terminado a falta de que lo revisemos Canajack y yo. Es fenomenal.

Es la recta final del año. El último empuje. Tres meses y pico que pueden redondear un buen año.

Estoy muy contento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario