jueves, 30 de abril de 2015

La Burocracia de un Bebé

NOTA: Post largo

Hace unos meses inicié una serie de posts sobre la vida 4.0. ¿Cómo sería la vida de una familia si se aplicasen tecnologías, ya existentes, que permiten que se intercambie información con facilidad? Entre esos posts, uno trataba sobre la administración 4.0. Un tema que me parece interesante.

Pues bien, tras tener mi tercer hijo (hija, en este caso), me he dado cuenta del valor que realmente tendría que la Administración desarrollase sistemas de ese tipo. Y es que tener un tercer hijo implica muchas cosas a nivel burocrático con las que alguien debería plantearse seriamente acabar de una vez por todas. Alguien con conocimientos de computación, claro, porque si no acabarán haciendo lo que ya están haciendo, que explicaré en este post, un poco más adelante.

Los papeleos, en la Comunidad de Madrid, son los siguientes:

  1. Ir al Ayuntamiento a por un volante de empadronamiento para certificar que vives ahí.
  2. Ir al Registro de tu municipio o el municipio en que nació el bebé, donde entregas el volante.
  3. Ir de nuevo al Ayuntamiento, una vez registrado el niño, para empadronarle. Si el funcionario es majete y sabe lo que hace, te dará tres nuevos volantes para papeleos varios, porque sabe que los vas a necesitar.
  4. Pedir cita en el INSS, porque ahora hay que pedir cita (antes ibas temprano y lo resolvías todo en el momento). Como lo más probable es que en tu pueblo o ciudad te den para veinte días después (durante los que no cobras un duro), tienes la opción de irte a la web del INSS y mirar cada centro a ver para cuándo tienen cita. Curiosamente, en la web no hay una opción "dime cuál es la primera cita" si no seleccionas centro, así que has de recorrerte todos los cercanos. Por suerte, en uno del quinto pino tenían para cuatro días después, lo que es genial.
  5. Ir al centro de salud a hacer la revisión del bebé. Como ahora hay que pedir cita en el INSS y hasta entonces el bebé no tiene Seguridad Social, te hacen un papel temporal.
  6. Ir a Hacienda, para lo de la prestación por maternidad.
  7. En nuestro caso, al ser el tercero, ir a la Comunidad de Madrid para solicitar el Certificado de Familia Numerosa. Por suerte, se puede entregar la solicitud en el Ayuntamiento.
  8. Al fin, cuando tienes la cita, ir al INSS para gestionar las bajas de maternidad y paternidad y dar de alta al bebé.
  9. Ir, con los papeles de alta del INSS, al centro de salud para que te hagan la tarjeta del bebé.

No sé si se dan cuenta, pero hablamos de nueve pasos. NUEVE. Eso, claro, sin contar con imprevistos:

  • Que la tía de la ventanilla de la Comunidad de Madrid se equivocó y en el papel de turno no puso que los papeles eran para "familia numerosa", sino para "cheque guardería", lo que me hizo tener que volver allí a corregirlo.
  • ...y volver, con el papel corregido, al organismo que me había denegado el trámite de turno porque no ponía "familia numerosa" donde debía.
  • Que al ir con cierta prisa por cuestiones de tomas de la niña y cosas así, al INSS (teníamos que ir los dos: mi mujer y yo), hicimos el papel de baja por paternidad y maternidad y se nos pasó dar de alta a la niña, con lo que tuvimos que volver a pedir cita y todo eso.
...y sin contar tampoco con el papeleo de la solicitud de plaza en guardería, si es que se desea llevar a la niña a una el curso siguiente, lo que implica también pedir el cheque guardería. Más papeleos. En total, durante las tres semanas de paternidad he realizado, si he contado bien, un total de 14 visitas a organismos públicos.

A ver, yo entiendo que la implantación de la tecnología es compleja. Que haya tecnología es muy diferente a que esté disponible. Y que esté disponible es muy distinto a que las organizaciones tengan la visión de usarla en su máximo esplendor. Y que algunas organizaciones (normalmente privadas) tengan esa visión es un mundo a años luz de ver a un órgano administrativo siquiera ser capaz de plantearse la implantación de la tecnología en toda su expresión. Sobre todo porque son incapaces de imaginarlo, entre otras cosas porque no tienen ni guarra de computación.

¿Cómo sería esto con una administración 4.0?

Tengo un hijo. Me voy al Ayuntamiento, policía o donde corresponda y doy de alta al niño con el certificado de nacimiento que me dan en el hospital (de hecho, lo suyo es que esto se pudiese hacer directamente en el hospital). Allí me piden el DNI, me hacen algunas preguntas y punto pelota. Hecho.

Vale, sí... Qué radical y qué fácil decirlo... Pues hombre, el concepto no es tan complejo:

  1. Alguien va al centro administrativo correspondiente (policía, ayuntamiento...). Allí, un funcionario le pide que ponga el DNI en una ranura y envía petición a los servicios administrativos del Estado (ya puestos, le damos una siglas: SAE) para dar de alta al niño.
  2. Esa petición va al SAE, que tiene una lista de entidades administrativas que quieren saber si un niño se da de alta.
  3. Automáticamente, el SAE envía una petición a la primera, Hacienda. El servidor de Hacienda envía de vuelta la información que necesita conocer. El usuario, con el funcionario, da permiso a Hacienda para leer esos datos de la base de datos del SAE.
  4. El SAE va haciendo eso mismo con cada administración, enviando en el momento peticiones a la Seguridad Social, el Ayuntamiento, Comunidad Autónoma, etcétera. Y el ciudadano irá dando permisos para que tomen la información que necesitan ahí, con el funcionario de turno, frente a una pantallita, todo en 15 minutos máximo.
  5. Como en una Administración 4.0 los ordenadores se supone que están ahí para tomar ciertas decisiones, pues los ordenadores del SAE se dan cuenta de que la familia pasa a ser numerosa, y lo indicará a cada administración a la que accede (no es tan difícil, amigos, no es tan difícil: los ordenadores saben comparar números de hijos, créanme).
...y en una mañana te has ventilado el papeleo. Eso, insisto, si es que no es más rentable tener funcionarios encargados de eso directamente en las maternidades.

¿Y ahora, cómo se hace?

Ahora mismo, cada administración tiene una base de datos que ha hecho como le ha dado la real gana. El problema de esto es que no se pueden mandar datos de una administración a otra. En la Comunidad de Madrid (y creo que a nivel nacional) se ha establecido un sistema por el que algunos datos pueden pedirse. Si tienes que solicitar algo y hace falta tal papel de otra administración, pones una cruz en el papel para que lo pidan a quien corresponda, descargándote de papeles.

Sin embargo, pasan tres cosas: Primera, que aún está en pañales, porque yo he tenido que llevar y traer papeles a gogó. Segundo, que no sé cómo estará hecho por detrás, pero conociéndoles sospecho que se irán mandado papeles por fax, en vez de tener todo informatizado y dejar a los ordenadores hacer lo que saben hacer: manejar información muy rápido. Tercero, que el objetivo no es tanto que las administraciones puedan compartir datos como poder centralizarlos. Yo quiero poder ir a una administración, cambiar algo y que todas lo sepan. Quiero poder ir a un sitio a hacer cualquier papeleo y que se haga en el momento y para toda administración, no tener que ir una a una.

En fin, post largo, lo sé... Pero tenía que contarlo. Ha sido un poco frustrante a veces. Es una pena dedicar la mitad de la paternidad a visitar a funcionarios en vez de estar ayudando a mi mujer con la niña.

lunes, 27 de abril de 2015

Vuelta a la normalidad

Ayer, mi hija menor hizo un mes. En todo este mes he permanecido prácticamente desconectado, apenas mirando mi correo y Twitter. He trabajado algo en mis proyectos, he dado muchos biberones, cambiado cantidad de pañales, visto a mucha gente y recorrido oficinas de la Administración, de uno u otro nivel.

Y se acabó: hoy estoy de nuevo en el trabajo, tratando de recuperar poco a poco la normalidad y la rutina, que estos días hemos echado tanto de menos.

Retomo, pues, mi trayectoria en el blog. Escribiré pronto sobre el cachondeo administrativo que supone hoy día tener un hijo (creo que la cosa ha empeorado respecto a cuando tuve al anterior). Y, de paso, comentaré cómo sería todo eso con una Administración 4.0.

¡Nos vemos!