martes, 6 de octubre de 2015

No me puedo creer que escriba sobre esto...

Ayer escribí sobre lo bien que estaría tener una liga de videojuegos inter-escolar. Molaría. Más de un lector (de los pocos que tengo, "más de uno" es un porcentaje considerable de lectores) se habrá emocionado con la idea. Así que ayer tarde me puse a darle vueltas y me planteé qué haría falta para organizar algo así.

Cuidado: esto no quiere decir que vaya a meterme en semejante berenjenal. O sí: ya no lo sé. Pero no, prefiero pensar que no. Esto es pensar por pensar.

No me puedo creer que escriba sobre esto...

¡Pasta, pasta, pasta!

Lo que hay que lograr es que los colegios participen. Y para eso hay que incentivarles. ¿Cómo? Pues con pasta, claro. Podría ser en forma de equipamiento escolar o de dinero contante y sonante. Prefiero lo segundo, porque si ofreces equipamiento a ver qué das que no tenga nadie. Y si alguien lo tiene, ya no le incentivas tanto. Así que mejor dinero.

Por otro lado, no es plato de gusto que los chavales se dejen la piel y los colegios se lleven el premio. Algo deberán ganar los niños. O igual más que los niños, los padres. Para los niños, cosas como tarjetas de dinero virtual para su plataforma favorita es una opción, pero como padre yo prefiero hardware para gamers: cascos, teclados, ratones, tarjetas gráficas... Eso se podría conseguir con un buen patrocinador. Sobre los padres, igual estaría bien becar a los campeones: becas de libros, matrícula, comedor... O sea, al final es dinero. Lo suyo sería que los propios colegios bequen a quienes les permiten ganar, pero dudo que en la educación pública tal cosa sea legal.

O sea, que hace falta pasta para premios a los colegios, pasta para pagar becas a los chicos y un patrocinador que permita dar regalos en forma de hardware o similar a los ganadores.

Juegos

Otra cosa importante, claro, es decidir en qué juegos se compite. Lo suyo es que se acaten estrictamente las recomendaciones del PEGI. A bote pronto:

PEGI 3
El todopoderoso FIFA y Hearthstone, un juego de cartas.
PEGI 7
Con PEGI 7 no he visto ningún juego especialmente interesante para e-sports. Tal vez Splatoon, una estupenda y divertida iniciación al género shooter.
PEGI 12
Todos los juegos del género MOBA entran aquí: League of Legends, Heroes of the Storm, Dota 2 y SMITE (que creo que no está en español).
PEGI 16
Starcraft 2. CoD Ghost tiene PEGI 16, pero no es el que se usa en e-Sports. Las versiones de CoD para e-Sports tienen PEGI 18.

Categorías

Como buen amigo de la estandarización, creo que se pueden poner las mismas categorías que en los demás deportes. Eso sí: tal como escribí en otro post sobre esto de la discriminación en las categorías, las haría cerradas por arriba, no por abajo. O sea, que un chaval de 7 años podría participar en cualquier categoría (allá él), mientras uno de 17 únicamente en la superior. Si a alguien le chirría la idea, que lea el post sobre el tema.

  • Prebenjamín: menos de 9 años.
  • Benjamín: menos de 11 años.
  • Alevín: menos de 13 años.
  • Infantil: menos de 15 años.
  • Cadete: menos de 17 años.
  • Juvenil: 17 años cumplidos o más.

Me pregunto si la juvenil, en tiempo escolar, sería necesaria. Total, con 18 se van a la universidad. ¿Sería mejor dejar la cadete como 16 años cumplidos o más?

Organización

Si se desea lograr presencia, no valen campeonatos de un día. Tienen que ser competiciones anuales, con partidas cada semana, igual que hacen con el resto de deportes. Esto implica que hay que crear emparejamientos y todo eso. No es complicado: hay programas que lo hacen en milisegundos.

Además, hay que asegurarse de que los niños estudian en el centro. Hay que certificar su edad. Hay que comprobar de alguna manera que el ID de jugador que usan es suyo y solo suyo, y no juegan en Hearthstone, por ejemplo, con la baraja de su primo el viciado. Todo eso implica un registro de niños y, ¡oh, sorpresa! lidiar con la LOPD. Y si ya topamos con la Administración, esto se pone complicado. Pero bueno: se puede. Es un poco de tiempo dedicado a dar de alta cositas y hacer un par de colas, pero se puede.

Las competiciones deberían ser desde el propio colegio, porque si no la competición no se identifica con la institución. Para evitar desplazamientos, todas pueden ser online (es lo bueno que tiene esto), pero siempre desde el colegio, no desde casa del jugador. El problema es que muchos centros no tendrán el equipamiento necesario. Algunos PCs servirán (y lo dudo), pero consolas fijo que no tienen, y algunos juegos, como el FIFA, suele jugase en consola. Y perder el FIFA es una faena, porque en España es de lo más jugado y los padres será de los juegos con los que menos problemas tengan.

Así que he aquí el primer gran escollo. ¿Se llevan los chavales la consola al colegio para el partido? Algunos padres dirán que tururú, aunque solo vaya a jugar su hijo (los de los demás, que se lleven la suya). Vale, ¿y la tele? Muchos institutos y colegios públicos tienen una sola televisión. Incluso muchos privados. Así que ¿juega uno cada vez? Esto del equipamiento sí va a ser un serio problema para cualquier juego que tire de gráfica o sea en consola... que son todos menos Hearthstone.

Por lo demás, se trata de conseguir voluntarios que vayan al colegio el día de competición y certifiquen que quien juega es el niño que se ha apuntado y que todo se hace correctamente. Haría falta al menos un voluntario por centro y, además, que no sea siempre el mismo voluntario en el mismo centro, porque entonces es fácil que llegue a haber manipulación de resultados. Una alternativa es que cada colegio tenga un representante que deba desplazarse al colegio contrincante (solo él, no toooodos los niños). Quién mejor que "el enemigo" para certificar que allí se hace todo bien.

De dónde sacar el dinero

Pues la inmediata es una plataforma de crowdsourcing, claro. Además, patrocinadores. Por último, existen ayudas de la Administración que, igual soy pesimista, darán para pipas y poco más.

El asunto es cuánta pasta haría falta. Yo me plantearía un mínimo que incentive a los colegios y lo dividiría entre las categorías y juegos disponibles. O sea, que si se llevan todos los campeonatos, realmente la dirección del colegio quede alucinada.

Una vez establecido un mínimo (pongamos, 50.000€, aunque no lo he calculado), que las propias personas digan cuánto más a través de la plataforma de crowdsourcing y que, de paso, sean esas personas las que decidan y apoyen más unos juegos u otros.

Tras hacer cálculos, no sé si muy correctos o no, he visto que el gasto medio que hace la administración en un colegio público es de un millón de euros, más o menos, de lo que una gran parte (casi dos tercios) es gasto de personal. Me parece mucho dos tercios. Pero bueno, supongamos que esas cifras que he ido encontrando por ahí son correctas: implica que el centro tiene unos 300.000€ de gastos varios, de donde gran parte serán gastos corrientes. Así pues, dejemos que, como máximo, un centro público medio tenga unos 100.000€ de presupuesto para material educativo. En ese contexto (e insisto que no tiene por qué ser muy realista), ganar aunque solo sean 5000€ es incrementar un 5% el presupuesto de material, que me parece estupendo.

No sé cómo será el caso de los privados y concertados, pero no será muy diferente. 50.000 de salida, como bote total de premios, me parece una buena cifra. Para colmo, me parece una cifra alcanzable con crowdsourcing.

En conclusión...

Si se resuelve el tema del hardware, quien quiera ponerse, ya tiene un plan. Yo estoy cansado, aunque solo sea de hacer el tontín escribiendo esto.

Quien quiera ponerse, deberá hacer un vídeo, pillarse un dominio, hacer una web y poner el vídeo y todo el proyecto en Kickstarter, IndieGoGo o alguna de esas plataformas. Si se lo financian, a llamar a la torta de patrocinadores, preparar carteles y enviar mails a todos los colegios y AMPAs que pueda. Cuando se vayan dando de alta, a preparar el archivo de niños, lidiar con la LOPD y dar de alta la organización. Mucha tela.

No sé... Si alguien se anima, que me llame e igual le echo una manita. Igual, no estoy seguro... Ya veremos.

Lo importante es que ayer me quedé dándole vueltas y ya estoy tranquilo: esta tarde pensaré en otras cosas, pero en esta ya no.

O sí... Ay, qué mierda esto de ser proactivo y soñador. ¡En cuánto pollo se mete uno!

No hay comentarios:

Publicar un comentario